En ocasiones mi propia situación personal me lleva a reflexionar sobre la manera en la que invertimos, distribuimos o sencillamente utilizamos nuestro tiempo. Y en ese momento inevitablemente aparece uno de los temas centrales para todo ser humano –sea o no consciente de ello- la relación de pareja.
El poder relacionarte con otra persona, sin dejar de ser tu mismo y sin impedir que ella deje de ser quien ha de ser.
Pienso en las miles, millones de personas que han sufrido el doloroso momento de una separación. Pienso en las miles, millones de personas que han estado compartiendo su vida, junto a una persona sin saber por qué con ella y no con otra.
Pienso en los millones de personas que han escondido o resignado sus sueños, sus necesidades –la de poder sentirse plenos- junto a otra persona.
Pienso en la manera, en la forma de poder evitar todo eso o si más no, en que los errores del pasado no vuelvan a repetirse –al menos en la misma forma e intensidad-…
E inevitablemente pienso en mis errores, en los fallos que cometí, en las decisiones precipitadas –más que tardías-, que tomé.
En la prisa por querer conseguir algo, que no depende tan sólo de mi y sí de muchos factores, pienso en el significado, en la profundidad, en la responsabilidad que significa el hecho de elegir –y sentirte elegido- a una persona para compartir tu vida junto a la suya.
La importancia que tiene este hecho y lo poco que nos detenemos a pensar en ello. La importancia que tiene el compartir tu vida con la persona adecuada, ya que la sensación de ser consciente de haber desperdiciado la vida, es algo que desde hace años, me parece, sencillamente terrible.
Cuántos errores nos evitaríamos, cuántos momentos de tensión, cuánto sufrimiento si esta premisa la tuviéramos muy presente.
no nos detenemos a pensar, sentir y experimentar qué necesitamos y muchas veces prescindimos o eludimos un lenguaje que va mas allá de las palabras. si aprendemos a descifrar este lenguaje sin palabras, conseguiremos descifrar el mundo
UNA NOCHE EN LA TIERRA (antiguo título de un programa de radio), nace de la caprichosa necesidad de disponer de un espacio en el que poder compartir y exponer escritos y/o vivencias que por la finalidad de mi otro blog: Cree y Crea, no tienen cabida en este último. En este blog también estáis invitados a poder compartir todo cuanto necesitéis y os ilusione. Así que sed bienvenidos y disfrutad de Una noche en la Tierra. (rabelo-olvera)