A veces hay momentos en los cuales de una manera natural, sencilla, simple, casi instintiva nos adentramos en una espiral de la cual no sabemos de que manera saldremos de ella.
Y es entonces cuando recordamos momentos ya pasados, y es entonces cuando recordamos momentos sobrepasados.
Porque únicamente depende de nosotros elegir a cada momento, a cada instante una nueva oportunidad o una segunda, o una tercera, o una cuarta…
Porque tenemos la “libre” elección, de decidir en cada momento, no solamente que paso dar, sino también hacia dónde enfocar cada uno de nuestros nuevos pasos.
Porque el tiempo, esa sucesión de momentos y situaciones vividas (consciente o inconscientemente), pasa aprisa, tan aprisa que tan sólo el hecho de tener consciencia de su paso, nos puede alejar o acercar a nuestra realidad.
Porque no es lo mismo un sueño que una meta. Porque una meta tiene un tiempo de partida, un tiempo de desarrollo yun tiempo de llegada. Los sueños simplemente están, en un estado gaseoso, incorpóreo, y difícilmente se materializarán a no ser que tengamos y pongamos el empeño, la intención, la pasión, la responsabilidad (habilidad para responder), en convertirlos en metas.
Es cierto que la felicidad está a lo largo del camino y no al final del mismo.
Y creo ciegamente que es mucho mejor que así sea. Imaginaros por un momento la extraña y terrible sensación, al sentir que para ser felices necesitamos llegar al final de nuestro camino. Y qué ha sucedido con todo lo vivido hasta llegar a él?.
Acaso todos estos momentos no pueden (y deben) ser también felices? Y si por cualquier motivo, no llegamos a alcanzar el final de nuestro camino? Qué ocurre entonces...?
Además de tener la rotunda certeza de haber sido unos completos desdichados y no por no haber logrado ser felices, si no sencillamente porque no llegamos al final de nuestro camino.
Pero quién define, quién marca, quién traza cuál debe ser el final de nuestro camino...?
PD - Gracias a Ludovico Einaudi, por su "Monday", título y banda sonora de este escrito.
Jamás debemos alejarnos de esos sueños, ya que en realidad son éstos mismos los que nos empujan a vivir y a luchar...y si esos sueños por alguna razon incontrolable se rompen? se deben buscar otros en tu alma, dentro de ti, dejar que tu corazon hable de nuevo y escucharle porque él nos conoce mas que nadie y porque siempre, lo afirmo, encontraras dentro de ti aquello que te empuja a soñar de nuevo en este duro camino llamado vida
UNA NOCHE EN LA TIERRA (antiguo título de un programa de radio), nace de la caprichosa necesidad de disponer de un espacio en el que poder compartir y exponer escritos y/o vivencias que por la finalidad de mi otro blog: Cree y Crea, no tienen cabida en este último. En este blog también estáis invitados a poder compartir todo cuanto necesitéis y os ilusione. Así que sed bienvenidos y disfrutad de Una noche en la Tierra. (rabelo-olvera)